Real e Ilustre Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción y Primitiva y Franciscana Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa y Gloriosa Coronada

Iglesia de San Julián

Esculturas en madera policromada
El Cristo mide 1,72 m de alto
Obra de Antonio Castillo Lastrucci
Años 1938 (Cristo) y 1944 (Magdalena)

Quizás haya sido la Hermandad de la Hiniesta la que sufriera de una manera más hiriente los lamentables ataques perpetrados a las iglesias sevillanas durante la II República y la Guerra Civil, ya que perdió por dos veces consecutivas sus imágenes titulares, de categoría artística nada desdeñable.
Por lo que respecta al Crucificado de la Buena Muerte, el primitivo estaba adjudicado a la producción de Felipe de Ribas, mientras que el segundo era una efigie de pasta de madera procedente de la iglesia de San Marcos. 

Sería Castillo Lastrucci quien concluyera en 1938 la talla que aún se venera en la actualidad.
A nuestro juicio, se trata de una de las obras cumbres de su autor y, desde luego, es su mejor Crucificado. Los recuerdos iconográficos de Montañés y Mesa saltan inmediatamente a la palestra, haciéndose evidentes en la composición del sudario, que copia el del Cristo de la Conversión del Buen Ladrón.

En 1944, el misterio se enriquece con la presencia de la escultura de Santa María Magdalena, a nuestro juicio, el mejor personaje secundario de la Pasión tallado por Castillo Lastrucci. Se muestra en actitud de genuflexión simple, dirigiendo su concentrada mirada a Cristo muerto en la Cruz. La disposición de los brazos, el izquierdo que se recoge sobre el pecho y el derecho que se deja caer dolorosamente, incide en la expresividad de la imagen. La calidad de la efigie se incrementa al estar tallada en su integridad, dotando a sus vestiduras de una tan acertada como adusta policromía. Ha sido restaurada en 1991 por José Pérez Delgado, discípulo de Castillo Lastrucci, habiendo ejecutado asimismo una nueva Cruz de cedro para el Cristo de la Buena Muerte, estrenada en 1992.

Este conjunto iconográfico de María Magdalena al pie de la Cruz, que antaño tanto se prodigó en la Semana Santa sevillana, hoy tiene en la Hermandad de la Hiniesta su única representación.

Texto: Las Cofradías de Sevilla en el siglo XX. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla.