Patrona de Jaén

 

El origen de la devoción de Jaén a la Virgen de la Capilla responde a una documentada tradición, cuya síntesis es la siguiente: Desde la conquista de Jaén a los musulmanes en 1246, la ciudad tuvo un marcado carácter fronterizo, lo que motivó continuos ataques y asaltos.
Durante los primeros años del siglo XV, estos asaltos cobraron especial virulencia, lo que motivó que las autoridades rectoras de la ciudad determinaran abandonarla al sentirse inermes ante el poderío de los moros granadinos.

 

Aparición de la Virgen de la Capilla

 

Aparición de la Virgen. Vidriera en la iglesia de San Ildefonso
Foto: Rafael Márquez

En esta desesperada situación, en la noche-madrugada del sábado 10 al domingo 11 de junio de 1430, se cuenta que ocurrió un hecho extraño y sobrenatural.
Cuatro personas humildes y sencillas, desde cuatro lugares diferentes del llamado “Arrabal de San Ildefonso”, fueron testigos de un extraño cortejo procesional.
Una Señora, vestida con resplandecientes ropajes y con un niño “bien criadillo en los brazos” [sic] llevando a la derecha a un clérigo y a la izquierda una mujer con aspecto de beata, presidía una procesión en la que figuraban las cruces parroquiales de la ciudad y una numerosa milicia de hombres de guerra.

La procesión, de la que emanaba una extraña luminosidad, recorrió algunas calles del arrabal, deteniéndose luego a espaldas de la Capilla de San Ildefonso, donde había aparejado un altar

en que se ofreció una ceremonia litúrgica entre cantos sobrenaturales. Todo aquello, dicen, se esfumó cuando en los campanarios de la ciudad se escuchó el toque de Maitines.Al divulgarse el suceso en la ciudad, debido a los sobrecogidos comentarios posteriores de estos testigos, la autoridad eclesiástica intervino. Y el vicario general y provisor del obispado, don Juan Rodríguez de Villalpando , reunió a los testigos el martes 13 de junio de 1430, y ante escribanos públicos les tomó declaración. Este documento, estrito en pergamino y en buen estado de conservación, se exhibe hoy en la capilla de la Virgen, estando ratificada su legitimidad documental desde 1944, por certificación expedida por el Archivo Histórico Nacional .

La piedad popular interpretó aquella visión como un prodigioso Descenso de la Virgen María a Jaén.
Según el pueblo fiel, la Señora debió de ser la Virgen María, con el Divino Niño en sus brazos, acompañada de San Ildefonso y Santa Catalina y de ángeles y santos. Y la razón del Descenso no era otra, que la de infundir confianza y fortaleza a los vecinos de Jaén para que resistieran los ataques de los musulmanes del cercano Reino de Granada.
Ciertamente, desde 1430 a 1492, los giennenses resistieron con fuerza los sucesivos ataques, que incluso repelieron con éxito.

Agradecidos a esta ayuda y patrocinio celestial, en el lugar donde había finalizado aquella misteriosa procesión, se colocó una talla de la Virgen, posiblemente extraída de un retablo anterior.
Las gentes comenzaron a visitar a esta imagen que, por pertenecer a la Capilla de San Ildefonso, llamaron “de la Capilla”.

La Virgen María impone la casulla a San Ildefonso
Foto: Rafael Márquez

La devoción aumentó. Aquella primitiva Capilla de San Ildefonso sufrió sucesivas ampliaciones que la convirtieron en un templo suntuoso.
La imagen de la Virgen de la Capilla empieza a asociarse, desde el siglo XVI, a cultos públicos solemnes, rogativas, etc. Y el pueblo, de una forma espontánea, pone la ciudad bajo su Patronazgo.

 

Ntra. Sra. de la Capilla. Procesión 11 de Junio 2008
Foto: Rafael Márquez

El 11 de junio de 1930, el cardenal primado don Pedro Segura procedió a la solemne Coronación Canónica de la Virgen (este acto simboliza la especial devoción de un pueblo hacia una imagen)
Años después, en 1950, S.S. Pío XII , atendiendo las peticiones del pueblo de Jaén, proclamaba a la Virgen de la Capilla Patrona Principal de Jaén. Y en 1967, el Excmo. Ayuntamiento, atendiendo a la histórica significación de esta bendita imagen, le concedía los honores de Alcaldesa mayor de la ciudad, imponiéndole el bastón de mando y el fajín como atributos de mando el 29 de septiembre de 1967. El bastón que permanentemente porta la Patrona, es el personal que donó el alcalde Ramón Calatayud Sierra.

 

Imagen de Ntra. Sra. de la Capilla

 

Ntra. Sra. de la Capilla. Procesión 11 de Junio 2008
Foto: Rafael Márquez

La talla de la Virgen, de estilo gótico,  es una obra anónima posiblemente de principios del siglo XVI, tallada en madera decorada, de tres palmos de altura. La espalda está serrada y se ve la madera sin decoración alguna, por lo que se supone que se extrajo de un retablo. Se trata de una pieza de cuerpo completo que se sustenta sobre dos almohadones . El niño forma parte de la talla total de la imagen, apoyado sobre el brazo izquierdo. La caballera está toscamente labrada. Se alza sobre una almohada, también de madera, ahora dentro de una caja. El rostro es moreno oscuro, muy brillante.
Durante la Guerra Civil perdió las coronas, que el Cardenal Segura le impuso en 1930, que fueron restituidas en el acto de recoronación de 1956.
Las dos piezas se apoyan en un trono de plata de dos piezas, donado por María Teresa Leonarda de Moya y Godoy en 1742.

 [ Procesión de Ntra. Sra. de la Capilla patrona de Jaén. 2008 ]

 [ Novena a Ntra. Sra. de la Capilla. 2008 ]

 [ Iglesia de San Ildefonso de Jaén ]

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